Aún vivo en una ciudad. No me quejo, me gusta. Hace días que estoy en casa muchas horas, pues tengo una misión que me lleva a hacerlo. En otras épocas habrá otras misiones, disfrutemos esta. Como estoy en silencio en casa, trabajando en mis cosas, y ha llegado el verano con cierta antelación, puedo percibir un hecho que me hace sonreír: los sonidos del patio...son circadianos...! Os cuento. Mi piso da a un patio con muchos vecinos y varios patios (muy bien cuidados algunos, con rosales y demás). Por la mañana muy temprano, hay un silencio precioso, que da la bienvenida a los primeros rayos solares, y lo acompaña una brisa fresca que en estos días se agradece. Luego va despertando el vecindario y se oye alguna radio, algún despertador, pero todo muy breve y lejano. Pájaros que despiertan y conversan me acompañarán durante toda la mañana, y las golondrinas les hablan también desde muy allá en el cielo... Alguna conversación matutina o de mediodía, y algún bebé que llora o se carcajea van dando puntos de alegría a esta serenidad. El tráfico se oye lejano aquí...Mejor.
Mediodía. Comer. Jolgorio de platos, sartenes, televisiones (sí, lo siento) que se encienden y conversaciones lejanas... Y luego ya hace rato que pega el sol: las persianas se bajan, se corren las cortinas y el silencio de sopor o de siesta (no lo sé) vuelve a poblar la tarde. A las 6 ya han llegado los niños del colegio y quieren jugar en el patio, pero no es hasta que se va el sol (hacia las siete) que se ponen de verdad a jugar: al baloncesto, a la oca, a molestar al abuelo...a lo que sea, qué más da, los niños dan vida a la tarde, y las madres y abuelas (y algún padre y abuelo) hablan, ríen, y hacen y deshacen tomando el fresco en el balcón o en el patio. Luego preparan la cena y otra vez, ruidos de televisión y platos... Se hace de noche... Se oye algún televisor, alguna conversación lejana, y va volviendo el silencio... que nos cubre hasta que mañana volvamos a salir a tomar el fresco de primera hora...
Y el día vuelve a sonar igual. Es casi naturaleza. O simplemente, es naturaleza, nuestra naturaleza.
Abrazo! Gracias por haber llegado hasta aquí!
Mediodía. Comer. Jolgorio de platos, sartenes, televisiones (sí, lo siento) que se encienden y conversaciones lejanas... Y luego ya hace rato que pega el sol: las persianas se bajan, se corren las cortinas y el silencio de sopor o de siesta (no lo sé) vuelve a poblar la tarde. A las 6 ya han llegado los niños del colegio y quieren jugar en el patio, pero no es hasta que se va el sol (hacia las siete) que se ponen de verdad a jugar: al baloncesto, a la oca, a molestar al abuelo...a lo que sea, qué más da, los niños dan vida a la tarde, y las madres y abuelas (y algún padre y abuelo) hablan, ríen, y hacen y deshacen tomando el fresco en el balcón o en el patio. Luego preparan la cena y otra vez, ruidos de televisión y platos... Se hace de noche... Se oye algún televisor, alguna conversación lejana, y va volviendo el silencio... que nos cubre hasta que mañana volvamos a salir a tomar el fresco de primera hora...
Y el día vuelve a sonar igual. Es casi naturaleza. O simplemente, es naturaleza, nuestra naturaleza.
Abrazo! Gracias por haber llegado hasta aquí!
Yo vivo en el campo y no todas las mañanas son idílicas...casi me has dado envidia. Normalmente sí, el día amanece silencioso, fresco, con nuevo aroma en la hierba. Pero a veces hay obras cercanas y en vez de cigarras se oyen máquinas chirriantes que cortan baldosas! Otras veces son los motocultores, los cortacésped...¡en fin! luego vuelve el silencio y aquí no ha pasado nada, pero a veces es desesperante, sobretodo cuando estás en casa (como yo ahora, que paso muchas horas) y quieres hacer tareas que necesitan concentración. De todos modos, ahora mismo oigo el gorjeo inquieto de los pájaros y el cloquear callado de las gallinas del vecino, así que con eso me quedo. Hoy no hay baldosas que cortar. ¡De momento!:)
ResponderEliminarAbrazos
Martikka gracias! La envidia es mutua ;) Es broma, cada una tenemos tantas cosas bonitas para aprovechar... El secreto es este: apreciar lo que tienes, aquí y ahora.
ResponderEliminarAbrazo Instante!