Abre el libro, lo hojea, y queda hipnotizada por las primeras palabras de la primera página. Qué decían esas palabras, eso intriga, pero no importa. Importa su sentir. Qué hago, qué me dices, no importa, importa mi ser, cómo me siento, qué me resuena, y siento que ese ser soy yo, y es como tú, y está en mi, y en ti, pero también en el espacio que nos ¿separa?
Una poetisa dijo un día que la luz es el ser que se manifiesta, que el ser es la luz que me ilumina, que la vida es cada minuto del día, me guste o no. No decido qué he vivido, lo he vivido, sin más. Y con agradecimento, siento que de todo ello algo he aprendido, y todo ello me ha llevado aquí y ahora. Así es que agradezco cada brizna de vida (camino) que he recorrido.
Inputs de vida que me alegran cada momento, mil: canciones, libros, pensamientos, sonrisas, risas, conversaciones, carícias, personas, animales, flores preciosas, plantas que brillan... Mil. Sólo tú decides cómo mirar la vida y hacia dónde mirar: siempre puedes fijar la vista hacia lo que te motiva, si no te resuena lo que ves, sigue mirando a tu alrededor...porque lo que te llama y te lleva a tu camino está ahí, sólo que a veces tú no lo ves.
Hermanos y hermanas, seguid la distancia más corta hacia la plenitud: la sonrisa exterior e interior. Con responsabilidad y con gozo de estar aquí y ahora.
Namasté
LluM
Hazlo con amor o no lo hagas.
CÓMO EMPODERAR DESDE LA CRÍTICA
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Hace 14 años
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