Ocurre a menudo que las personas mayores de edad evocan su época de infancia cuando se les habla del ángel de la guarda. En la conversación simpre sale la frase "Sí, yo cuando era pequeñ@ sabía que tenía un angel de la guarda, pero con el tiempo...". Chic@s, no es que lo creyéramos, que teníamos un ángel cerca, sino que lo sabíamos. Seguramente no podemos recordar claramente por qué lo sabíamos...Algunos soñaban con él y recibían mensajes claros, otros simplemente lo veían, otros lo escuchaban, o lo intuían de una manera inequívoca etc. Pero cada uno sabía que tenía un ángel a su lado que le acopañaba en el camino. Pues bien, ese ángel no se va cuando cumplimos la mayoría de edad, ni deja de comunicarse con nosotros. Somos nosotros los que hemos ido perdiendo el lazo, o las nuevas ideas mentales nos llevan a ovidarlo, e incluso a pensar que lo que experimentábamos cuando éramos pequeños eran "cuentos de hadas".
Ya os hablé de ello hace unos meses, pero insisto, porque actualmente existe una apertura de mente palpable entre todos nuestros adultos, ya tengan 20 años, ya tengan 90 años. Ahora más que nunca, tu ángel de la guarda está esperando que le hables, que le pidas claridad y compañía en el camino, o lo que creas que necesites. El ángel de cada uno está ahi. Haz la prueba, salúdalo, agradécele su presencia, y en el tono de voz que te apetezca (quizás te sientes más comod@ en los momentos que estás sol@) empieza a hablarle. Recuerda que él siempre ha estado ahi, paciente, esperando que le pidas, que le digas, que te desahogues con él, porque seguramente él te podrá ayudar, es su trabajo, y tú y sólamente tú eres su campo de acción.
Cuando le hables, intenta estar en silencio y atent@. Algo vas a sentir: un ruido, una carícia de viento en una habitación cerrada, una fragancia, una frase en tu mente tan clara que sabes seguro que no es tuya, una sensación... Prueba a hablar con tu ángel, él te escucha, ya sólo eso te alivia, y saber que te va a acompañar te da pie a seguirle hablando y pidiendo ayuda a cada momento. Para él es lo mejor que le puede ocurrir, que su humano se comunique con él. Cada vez somos más los que agradecemos su presencia a los ángeles, pero lo bonito sería que todos los humanos fueran conscientes de su ángel.
Ya os hablé de ello hace unos meses, pero insisto, porque actualmente existe una apertura de mente palpable entre todos nuestros adultos, ya tengan 20 años, ya tengan 90 años. Ahora más que nunca, tu ángel de la guarda está esperando que le hables, que le pidas claridad y compañía en el camino, o lo que creas que necesites. El ángel de cada uno está ahi. Haz la prueba, salúdalo, agradécele su presencia, y en el tono de voz que te apetezca (quizás te sientes más comod@ en los momentos que estás sol@) empieza a hablarle. Recuerda que él siempre ha estado ahi, paciente, esperando que le pidas, que le digas, que te desahogues con él, porque seguramente él te podrá ayudar, es su trabajo, y tú y sólamente tú eres su campo de acción.
Cuando le hables, intenta estar en silencio y atent@. Algo vas a sentir: un ruido, una carícia de viento en una habitación cerrada, una fragancia, una frase en tu mente tan clara que sabes seguro que no es tuya, una sensación... Prueba a hablar con tu ángel, él te escucha, ya sólo eso te alivia, y saber que te va a acompañar te da pie a seguirle hablando y pidiendo ayuda a cada momento. Para él es lo mejor que le puede ocurrir, que su humano se comunique con él. Cada vez somos más los que agradecemos su presencia a los ángeles, pero lo bonito sería que todos los humanos fueran conscientes de su ángel.
¡Gracias ángel de la guarda!
¡Gracias, ángeles!
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Ah, por cierto, existen libros muy agradables de leer sobre los ángeles, que animan a interactuar con ellos y conocerlos mejor. Un ejemplo es La Biblia de los Ángeles, libro del que me hablaron ayer dos amigas mías. Clickando aquí tenéis el link de explicación.
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¡Gracias, ángeles!
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Ah, por cierto, existen libros muy agradables de leer sobre los ángeles, que animan a interactuar con ellos y conocerlos mejor. Un ejemplo es La Biblia de los Ángeles, libro del que me hablaron ayer dos amigas mías. Clickando aquí tenéis el link de explicación.
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